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viernes, 10 de febrero de 2012

Reciclaje con cuentos

"Nunca reciclar fue tan divertido. Poniendo la imaginación al servicio de múltiples utilidades, podemos darle a diferentes envases formas de lo más originales y así alargar su vida. Es lo que se dice REUTILIZAR".

De esta manera arrancó hace tiempo una clase, donde las protagonistas fueron las cosas que normalmente suelen ir a la basura por no saber qué hacer con ellas. 

Con muchos ejemplos, llenamos el aula de ideas. Los envases y envoltorios además de dedicarlos a hacer arte, pueden dar apariencia a juguetes, muebles o adornos de todo tipo, a partir de eso que solemos tirar.   






Y para concienciar sobre la importancia de reciclar y también de reutilizar, con los peques no hay nada mejor que una buena ración de cuentos. Este que viene ahora mismo me lo invento:



- DE BOTE EN BOTE -


Yo era una simple lata. De hojalata, todo aquel que conmigo bebía siempre decidía deshacerse de mí. 

Sin compasión ni pena alguna iba directa a la basura. Con amargura decía adiós a mi envoltura. De forma inmediata por mi mente pasaba "¡Sí que he salido barata! ¡Qué mala pata!" Y así me revolvía entre mondas de patata, entre telas color carmín, entre algodones y edredones, entre plásticos de formas mil, todo aderezado con olores y sabores que para nada recordaban a un gran pastel de nata. 

Yo ya estaba concienciada, acabar hecha añicos era lo que tocaba. Abajo y arriba la bolsa se movía, por el mundo dando tumbos sin poder fijar mi rumbo. Tras tanta umbría, a través de un hueco la luz se abría. Ese agujero chiquitín me traía la esperanza al fin. Conseguí escapar, no sin mucho batallar para abrirme paso entre tanta porquería. 

Me encontré el frío asfalto de rebote, que en esto los botes no somos elásticos, aunque alguno haya hermético, simétrico, isotónico o cáustico. Allí quieta los coches pasaban... ¡Vaya trajín había! Entonces un buen día una anciana se acercó hasta mí. "Tú eras lo que buscaba, lo bien que me vas a venir". Me puso dentro de su bata, yo estaba muy feliz. Tras una larga caminata amanecí en una ventana por la que entraba un sol de lo más radiante. En ese instante vi que sobre mí había una hermosa flor de la alegría. ¡Qué suerte la mía! ¡Ahora soy lo más bonito del balcón de esta galería!  


                                                              - Almu -



Hasta Mañana                   




2 comentarios:

Diana dijo...

Tan sencillo y bonito como tu, cada vez nos sorprendes más, como escribes!! sobresaliente alto!!!
A seguir así o mejor. Un beso

ADRG dijo...

Siempre me ha gustado escribir, algunas veces sale mejor que otras, pero hay que seguir intentándolo. Este cuento está enfocado para el público infantil, pero si lo cuentas con sentimiento también puede llegar a otra gente. La nota es lo de menos, pero ¡GRACIAS! de todas formas, los ánimos son siempre bienvenidos.

BESOS Y ABRAZOS SIEMPRE.

Almu